Lo más habitual es que el propietario del vehículo figure como tomador y como conductor en el seguro.
Las multas por circular en vehículo a motor sin el pertinente seguro obligatorio, van de los 600 euros hasta los 3.000 euros. La cobertura de la póliza de seguros debe abarcar al menos los daños a terceros, es decir la cobertura mínima obligatoria de responsabilidad civil, y ya se deja en manos del asegurado el ampliar o no la póliza de seguro, siendo la más elevada y con mayor protección para nuestro vehículo la de todo riesgo.
No tener un seguro contratado para nuestro vehículo es siempre motivo de multa y será el propietario del vehículo quién deba asumirla, aunque no sea él quien vaya conduciendo en el momento en el que se detecta la infracción. Sin embargo, no siempre el propietario del vehículo es aquel que paga la póliza del seguro ni el conductor el coche.
Quién es quién en el seguro del vehículo
Habitualmente, quien paga el seguro suele ser el propietario del coche y también el conductor asegurado, pero también puede haber un conductor habitual y otro secundario incluidos en la póliza. No obstante, las circunstancias pueden cambiar y, para ello, hay que entender quiénes son las tres personas que entran en juego cuando se contrata una póliza de seguro:
- El tomador es la persona, física o jurídica, que firma el contrato con la aseguradora. En resumen, es la persona que abona la cantidad del seguro
- El propietario es el titular del vehículo asegurado (esta será la persona sancionada si ese vehículo circula sin seguro).
- El conductor es aquel que declarada el tomador en el seguro como la persona que conducirá el vehículo.
Así, es obligación y responsabilidad del propietario que el vehículo con el que se circula cuente con una póliza de seguros, pero esto no quiere decir que el pago o contratación de la prima no pueda estar a nombre de otra persona o que no pueda haber más conductores incluidos en la póliza.
Igualmente, una persona podrá circular con el coche, aunque no esté contemplado en la póliza de seguros, siempre que comparta ciertas características con el conductor principal, como la experiencia y la antigüedad del carné de conducir.
Como consejo: nunca se debería dejar el coche a un conductor menor de 26 años que no este inscrito en la póliza de seguro, ya que no se asumiría la responsabilidad de reparar los daños que sufra el vehículo. Además, todos estos requisitos pueden variar según la compañía aseguradora por ello, es importante echar un ojo al contrato de seguro y/o en caso de duda, llamar a la aseguradora o a nuestro corredor de seguros para poder guardarnos bien las espaldas.