
A la hora de contratar un seguro de vida es importante saber cuándo hacerlo, cuál es el capital asegurado, la modalidad, el precio y sus cláusulas.
Vivir el presente pero pensando siempre en el futuro es la base de la mayoría de las personas, en especial cuando tenemos seres allegados que dependen de nosotros. Contar con un seguro de vida proporciona un extra de seguridad y tranquilidad para disfrutar un poquito más del hoy.
Muchas personas cuando van a contratar un seguro de vida se preguntan qué deben hacer para identificar el seguro de vida que mejor se adapte a él. A continuación, compartimos cinco claves para seleccionar la tu alternativa más adecuada.
¿En qué momento deberíamos contratar un seguro de vida?
Contratar una póliza de seguro de vida puede resultar especialmente interesante durante la madurez, es decir, entre los 30 y 50 años pues, en la mayoría de los casos, el cliente no suele acumular un patrimonio relevante y, además, no tiende a asumir responsabilidades de naturaleza familiar. Las coberturas principales de los seguros de vida ofrecen protección ante circunstancias imprevisibles y que pueden generar un grave impacto económico al asegurado y a su entorno (como por ejemplo el pago de la hipoteca en caso de fallecimiento del asegurado).
Capital asegurado
Las implicaciones de este factor son incuestionables, especialmente, en aquellos supuestos en los que el asegurado asume algún tipo de deuda a largo plazo como, por ejemplo, un préstamo hipotecario. En el momento de suscribir una hipoteca, es importante blindar, como mínimo, el capital pendiente de ser abonado. Además, también puede ser muy aconsejable, aumentar el capital de un seguro de vida riesgo para, de este modo, tener derecho a percibir una cuantía de dinero en concepto del salario neto correspondiente a cinco años desde la defunción.
Modalidad de seguro
La variedad dentro de los seguros de vida es bastante diversificada, es decir podemos encontrar una amplia oferta aunque hay que decir que destacan de forma especial dos categorías de pólizas:
- Las pólizas a término, cuya vigencia se extiende durante un plazo previamente delimitado y que, si queda especificado en contrato, son susceptibles de renovación automática.
- Las pólizas permanentes que no caducan y, por tanto, podríamos entenderlas como una modalidad de ahorro a largo plazo.
Contar con una aproximación clara de la oferta y las diferentes cláusulas de las diferentes compañías aseguradoras, será fundamental para llevar a cabo una toma de decisión acertada y sobre todo adaptada a nuestras necesidades y circunstancias.
Precio
El precio es algo atractivo, y es usado por muchas compañías para llamar nuestra atención. Y así tenemos que verlo, poniendo en valor nuestro objetivo de contratar un seguro de vida adaptado a nosotros. Para poder tener una visión precisa sobre las responsabilidades adoptadas, es muy recomendable solicitar asesoramiento a un agente o corredor de seguros que pueda guiarnos, que nos elaboren una modelación o simulación del coste y así ayudarnos a verificar la viabilidad de cada oferta en función de nuestras circunstancias y preferencias personales.
Comprender los términos contractuales
Esto es un apartado esencial y es de vital importancia su estudio o asesoramiento profesional de las cláusulas a suscribir y, además, es aconsejable que se conserven los documentos en que quedan reflejadas y que albergan información relativa a los derechos y obligaciones del asegurado. Entre ellos, las vías de indemnización, las modalidades de cobertura o las restricciones aplicables.